Cuando pensamos en comida mexicana, inmediatamente recordamos churros, tacos, burritos o guacamole, pero la cocina mexicana es mucho más que eso.
La comida mexicana proviene de una mezcla de influencias españolas, aztecas, mayas y americanas, que garantizan una amplia variedad de colores y sabores a tus platillos. De hecho, es la única cocina que ha sido nombrada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
¡Entonces descubre 10 platos mexicanos que probablemente no conoces, pero que deberías probar!
1. Chiles en nogada
Los chiles en nogada es un platillo originario de la región de Puebla, en el centro de México, que consiste en un chile poblano relleno con una mezcla de carne, frutas y especias, llamado picadillo. Este pimiento se cubre con una salsa de nueces llamada «nogada». Finalmente, se espolvorean semillas de granada en el plato.
Este es uno de los platillos más patrióticos del país, ¡ya que sus colores representan la bandera mexicana! El rojo proviene de las semillas de granada, el blanco de la nogada y el verde del chile poblano, lo que hace que el platillo sea motivo de orgullo nacional y regional.
Este platillo se consume tradicionalmente en los meses de agosto y septiembre, cuando está en la temporada de la granada en México. También es tradicional para el Día de la Independencia de México, el 16 de septiembre.
2. Pozole
El pozole es un platillo prehispánico que consiste en un caldo picante con maíz y cerdo o pollo. El maíz era una planta sagrada para los aztecas y, por tanto, el pozole se consumía como plato ritual o conmemorativo.
Cuenta la leyenda que la carne original utilizada en el pozole era de humanos. Se suponía que debían usar los cuerpos de los prisioneros después de que les sacaran la cabeza como sacrificio. Cuando los conquistadores españoles prohibieron el canibalismo, la carne de cerdo se convirtió en un sustituto, ya que tenía un sabor similar.
Hay tres tipos de pozole, rojo (rojo), blanco (blanco) y verde, y como en cualquier plato nacional, existen variaciones regionales y familiares.
El rojo pozole generalmente se hace con chile ancho y guajillo, el verde se hace con tomates verdes y chile serrano. El blanco se elabora con chile ancho sin semillas y suele llevar pollo en lugar de cerdo.
3. Chilaquiles
Los chilaquiles son un plato de desayuno popular en México. El platillo consiste en tortillas de maíz que se fríen, luego se cuecen en una salsa verde o roja y se espolvorean con queso.
A menudo se sirve con frijoles fritos, huevos y, a veces, con guacamole, carne desmenuzada o pollo. ¡Este platillo se encuentra fácilmente en México y es una famosa cura para la resaca!
4. Mole poblano
A menudo llamado el plato nacional de México, el mole poblano es probablemente la variedad más conocida de mole, que es un nombre genérico para varias salsas utilizadas en la cocina mexicana.
El mole poblano es una salsa oscura y espesa elaborada con al menos 20 ingredientes, entre ellos pimienta y chocolate, lo que le da una fantástica variedad de sabores. Al igual que el pozole, este platillo se conserva para ocasiones especiales, como bodas y cumpleaños. También se come en Navidad, donde se sirve sobre tortas de camarones.
5. Pambazo
Este es un ejemplo icónico de la comida callejera de la Ciudad de México. Los pambazos son panes blancos rellenos de papa y chorizo, luego bañados en una salsa de pimiento rojo picante, que le da al pan su famoso color.
Luego se fríe hasta que esté crujiente y luego se cubre con lechuga, perejil, queso o crema agria. También puedes encontrar versiones mini conocidas como pambacitos.
6. Tamales
Los tamales están hechos de pero la, una masa hecha de maíz y grasa, que luego se cuece al vapor envuelta en hojas de plátano o maíz. Se pueden rellenar con una variedad de carnes o verduras. También puedes encontrar su versión dulce, llena de frutas y a menudo coloreada con tinte rosa.
Este plato se remonta a las culturas azteca y maya. Los aztecas solían rellenar sus tamales con pavo, conejo e incluso flamenco. Hoy en día, los rellenos tradicionales son el cerdo y el pollo, pero también se pueden rellenar con frijoles o verduras, como champiñones, pimientos o calabacines.
7. Cochinita pibil
Este platillo es una fusión de técnicas y sabores tradicionales mayas con nuevos ingredientes traídos por los conquistadores españoles, como carne de cerdo, frutas cítricas y especias.
Cochinita significa lechón, y la palabra pibil significa subterráneo, en el idioma maya. El nombre hace referencia al método tradicional de cocción, que consiste en envolver el cerdo en hojas de plátano, colocarlo en un horno subterráneo, cubrirlo con tierra y dejarlo hornear lentamente toda la noche.
La carne se marina en jugo de naranja y se sazona con semillas del árbol de achiote, lo que le da un color naranja oscuro y le agrega sabores a nuez y pimienta. El resultado es un cerdo tierno, jugoso y sabroso.
8. Esquí
Los esquites son ensaladas elaboradas con granos de maíz hervidos, arrancados de la mazorca y mezclados con pimienta en polvo, crema, queso y, a veces, mayonesa. Son una variación de los elotes, la comida callejera más conocida de la Ciudad de México, que son mazorcas de maíz que se venden en las calles de la capital.
9. Aguachile
El aguachile es un platillo mexicano de la costa del Pacífico, elaborado con camarones marinados en jugo de limón, pimienta y sal marina. Aunque el camarón es el crustáceo tradicional utilizado en Aguachile, los chefs están experimentando con diferentes tipos de pescado crudo en esta receta.
10. ¿Y por qué no … Chapulines?
Aunque estas criaturas pueden asustar a algunas personas, los chapulines (saltamontes) son un bocadillo popular en el estado de Oaxaca. Se tuestan y se cubren con sal de gusano, una sal mezclada con pimienta y gusanos en polvo.
En los mercados centrales de la ciudad de Oaxaca, los vendedores están rodeados de montones de sombreros de diferentes tamaños. Los más pequeños se suelen espolvorear encima de guacamole u otros platos. También se pueden servir como aperitivo o en tacos y quesadillas.
Si puede superar su miedo a comer insectos, estas criaturas pueden agregar un sabor diferente a muchos platos. Y si necesita más estímulo, son ricos en proteínas y bajos en grasas, por lo que también son saludables.