A nadie le gusta la idea de ser traicionado. De ahí la importancia de estar atento a los posibles signos de infidelidad en la relación, para poder reaccionar y afrontar el problema junto a tu pareja.
Vivimos en una sociedad que, en lo que respecta a las relaciones de pareja, sigue basándose en el modelo monógamo, al menos en teoría. La fidelidad siempre aparece en la lista de características indispensables para que una persona se sienta feliz y realizada en una relación. Sin embargo, los casos de traición son más comunes de lo que nos sentimos cómodos al afirmarlo.
Vivir obsesionado, desconfiando de tu pareja todo el tiempo, no es nada saludable. Sin embargo, cerrar los ojos ante la evidencia y negar lo evidente, tampoco lo es. En este sentido, es importante ser consciente de las señales que podrían indicar una posible traición.
1) Preocupación repentina por la apariencia
Los cambios repentinos de comportamiento, el aumento de la práctica de la actividad física, el optar por una alimentación más sana, el hacer dietas y el mostrar una acentuada preocupación por tu estética y apariencia pueden ser indicativos de una aventura o del deseo de tenerla, sobre todo si no es algo que os implique, es decir, que se consolide como un proyecto individual y no en un deseo de dar un «empujón» a la pareja.
2) Cambios radicales en los horarios
Si tu pareja empieza a trabajar más horas de lo habitual y a hacer viajes de trabajo que antes no hacía, puede ser simplemente una indicación de progresión en el trabajo. Pero si la extensión nunca contesta fuera de horario y, durante los viajes, el móvil está siempre apagado, hay que sospechar.
3) Más tiempo dedicado al teléfono móvil y al ordenador
Las personas que mantienen una aventura suelen utilizar en exceso el teléfono móvil y el ordenador. Empiezan a llevar los aparatos a horas y lugares en los que antes no estaban, a poner contraseñas de bloqueo que antes no existían, a borrar el historial de navegación… También cambian las horas de sueño por permanecer despiertos, siempre con el aparato electrónico a mano.
4) Reacciones negativas a las muestras de afecto
Si tu pareja reacciona de forma inesperada a las sorpresas románticas, a las declaraciones de amor y a los gestos de afecto, especialmente con respuestas negativas o con tristeza, es importante hablar de ello. Normalmente, una de las «justificaciones» de la traición es el hecho de que la relación está en un mal momento. Las muestras de afecto ponen en jaque este tipo de argumentos.
5) Hostilidad y falta de paciencia
La mayoría de las personas que son infieles tienen la necesidad de racionalizar este comportamiento, y la forma que encuentran para hacerlo es culpar al otro de su «debilidad». El otro ya no es lo que era, no se comporta como antes, ni en la vida social ni en la intimidad de la pareja. Los momentos de intolerancia y hostilidad se hacen más frecuentes, porque es la forma más evidente de expresar esa culpa que considera del otro.
6) Cambios en la rutina sexual
Tanto un aumento como una disminución bruscos de la actividad sexual de la pareja pueden ser indicios de infidelidad. En el primer caso, se trataría de un esfuerzo por parecer normal y evitar sospechas; en el segundo, de una conexión emocional y sexual con otra persona que está afectando a la relación.
El diálogo franco y abierto con la pareja es siempre la actitud más recomendada por los especialistas en dinámica de pareja, no solo ante las sospechas de infidelidad, sino también para afrontar cualquier diferencia en la convivencia. Cuando sea necesario, puedes pedir ayuda a un psicólogo especializado en terapia de pareja.