La simpatía es un sentimiento de afinidad que atrae e identifica a las personas, es una sensación espontánea que lleva al individuo a establecer una armonía con el otro, permitiendo la creación de vínculos de amistad.
La simpatía puede entenderse como un estado de ánimo que pretende el acercamiento, incluso entre desconocidos. En general, se demuestra con una sonrisa. El acto de sonreír a alguien puede entenderse como un gesto simpático de cercanía y amistad.
Simpatizar puede ser una relación de atracción o inclinación que algo o incluso una idea ejerce sobre alguien, es decir, el acto de gustar algo que despierta su interés. Simpatizar con algo se refiere a una adhesión o consentimiento.
Una persona simpática es amistosa, agradable, educada, amable y gentil con los demás. Es una cualidad muy valorada en las profesiones que sirven al público.
Antipatía
A diferencia de la simpatía, la antipatía es un sentimiento de desagrado espontáneo e instintivo que las personas pueden albergar hacia sus semejantes, un objeto o incluso una idea.
La antipatía es una repugnancia, una incompatibilidad, una repulsión al identificarse con el otro.