Libertad tiene su origen en el latín libertas y significa la condición del individuo que posee el derecho a tomar decisiones de forma autónoma, según su propia voluntad.
En la tradición cristiana, la libertad suele identificarse con el libre albedrío. Mientras que en el derecho, la libertad se relaciona también con los derechos de los ciudadanos individuales.
La libertad es clasificada por la filosofía, como la independencia de los seres humanos, la autonomía, la autodeterminación, la espontaneidad y la intencionalidad.
La libertad puede ser entendida en un sentido amplio o más estrecho, pensada como libertades y definida por la ley. Algunos ejemplos de libertades son:
- Libertad de pensamiento
- Libertad de opinión
- Libertad de expresión
- Libertad de religión
- Libertad de prensa
- Libertad de movimientos
- Libertad condicional
La libertad en la filosofía
La libertad es uno de los principales temas tratados por la tradición de la filosofía. Una de las primeras definiciones de la libertad está presente en el pensamiento de Aristóteles. Para él, la libertad se basa en la posibilidad de hacer elecciones guiadas por la voluntad.
Sin embargo, la libertad debe ir acompañada de conocimiento. Para Aristóteles, el conocimiento es la herramienta capaz de ampliar las posibilidades de elección y hacer al individuo más libre y capaz de realizar su propósito, la búsqueda de la felicidad.
En la filosofía medieval, la libertad estaba directamente relacionada con la facultad del libre albedrío. El ser humano está dotado de libertad por Dios para que pueda seguir (libremente) sus enseñanzas y lograr una vida virtuosa guiada por la fe.
Ya en las raíces del pensamiento liberal desarrollado por John Locke, los individuos habrían abandonado la libertad natural y pasado a vivir bajo el gobierno de un Estado que pudiera garantizar su derecho a la propiedad. La vida empezó a estar guiada por leyes y se inauguró la libertad civil.
Según Kant, la libertad está relacionada con la autonomía, es el derecho del individuo a crear reglas para sí mismo, que debe seguir racionalmente. Esta libertad solo se da realmente, a través de la voluntad conforme a las leyes morales.
Ya en el siglo XX, Sartre afirma que la libertad es la condición de vida del ser humano, el principio del hombre es ser libre. Los seres humanos estarían condenados a ser libres, están obligados a tomar decisiones y a construir su propia existencia.
Así, se puede pensar en la libertad como el derecho a actuar según la propia voluntad, sin limitaciones impuestas por otras personas.