¿Qué es la resiliencia?
La resiliencia es la capacidad de volver a un estado normal . En el campo de la psicología, la resiliencia significa resistencia al impacto, a la adversidad . Es un término utilizado en varias áreas del conocimiento, como administración, ecología, física y psicología.
La palabra resiliencia se ha utilizado mucho para describir el comportamiento humano. En el campo de la psicología, se dice que una persona es resiliente cuando es capaz de volver a su estado de salud habitual (físico y mental) después de pasar por una experiencia difícil. Por tanto, podemos definir la resiliencia como la capacidad de afrontar y superar la adversidad.
Para definir el comportamiento resiliente, se deben tener en cuenta dos factores: crisis y resiliencia. Ante una situación crítica o adversa, las personas pueden presentar diferentes tipos de comportamiento. Una persona resiliente es alguien que comprende el problema que tiene ante sí y moviliza recursos para superarlo.
Esto no significa que el individuo resiliente sea invulnerable o protegido. No se trata de salir siempre ileso de una situación crítica, sino de desarrollar la capacidad para afrontar la crisis de manera eficiente y salir fortalecida.
En la administración y en el ámbito empresarial, la resiliencia es la cualidad de empleados flexibles, capaces de reinventarse, adaptarse y resolver problemas de forma creativa.
Por cierto, la flexibilidad es una característica fundamental para la resiliencia, en general, hace una analogía con los bambúes centenarios que logran resistir la fuerza del viento debido a su flexibilidad. En este caso, la rigidez sería un defecto y el bambú, si fuera rígido, sucumbiría y se rompería con el viento.
Así, la resiliencia es la capacidad de sufrir las acciones de un contexto específico, pero permanecer intacta. La resistencia no radica en la capacidad de luchar contra las fuerzas, sino en flexionarse y adaptarse al entorno.
La resiliencia humana es una habilidad que se desarrolla a partir de la capacidad de una persona para encontrar soluciones para ser flexible y adaptarse a situaciones que escapan a su control.